jueves, 15 de agosto de 2013

El mundo de hoy en día


Hoy en día, vivimos en una revolución tecnológica. La tecnología lo es todo, quién no tiene un celular smart y WhatsApp no es nada. Todos tenemos computador, TV, iPod, iPad, iPhone, y si no, un Android. Hay quienes apenas tienen para la bolsa del pan, pero aun así, tienen su televisión plasma. En este mundo de tecnología, de novedades, donde cuando uno se compra el iPhone 8 al día siguiente ya está obsoleto porque salió el iPhone 32, es donde las aplicaciones gobiernan en nuestras vidas. A veces, queremos hablar con alguien, pero éste no contesta, pues está ensimismado en el celular. A veces que es tan Forever Alone que no le da ni para una red social, y está jugando horas de horas Candy Crush (¿O era crash?). Recuerdo, hace algunos años, que la gente cuando no tenía internet, jugaba Solitario Spider y Buscaminas (no, me refiero a las minas que explotan, estúpido). Pero vámonos más atrás aún. Cuando ni siquiera existía el Solitario Spider, y donde en las oficinas se escribía en máquina de escribir.

 Sí, en la época de nuestros padres, donde los niños jugaban afuera. Hasta yo misma, recuerdo que hubo un entonces donde el patio de nuestra casa era un océano gigante, y la terraza el barco pirata, o tal vez podía ser la selva, el Imperio Romano invadido por los bárbaros, o la Batalla de Maipú (con mis hermanos éramos aficionados a la historia desde niños, pero podían ser otros juegos). Cuando veíamos la televisión, daban la pequeña Lulú, y poníamos nuestros VHS de La Bella y la Bestia, la Blanca nieves y Mickey Mouse. Pero no es el Mickey Mouse que se ve ahora, un mono en 3d que da más miedo que otra cosa. Me siento una anciana de 80.000 años decir esto, pese a que haya nacido en la década de los 90´, que no fue hace mucho, o eso espero. Hoy, los niños juegan al wii y el Play. Tienen celular a una edad súper temprana, y no van a conocer el mundo en el que nosotros, los “ancianos” de siglo XX, conocimos. Y no es que los adultos estén muy distintos. un tema importante es el de las fotos. Fotos, fotos. ¿Pasa algo lindo? Fotos. ¿Un momento agradable? Foto. Nuestros mejores recuerdos se guardan en la memoria del celular, y no en la nuestra. Hay veces que es bueno vivir la vida, disfrutarla al máximo, pues el celular, en primera función, sirve para llamar, no para consumir y vivir tu vida en vez de ti. Ríe, canta, juega. Si tienes hijos o hermanos chicos, juega con ellos, para que mutuamente se enseñen a disfrutar la vida, pues está hecha para vivirla, no para encerrarse en una aparato no más grande que tu mano. ¿Necesitas contar algo, conversar con tus amigos, parientes? Habla, conversa, que es mucho más cercano que el WhatsApp. Mejor mirar a la cara, mirar a los ojos. Sé libre, quítate tus cadenas, que tu mismo te pusiste. ;)